domingo, 8 de julio de 2012

Por qué Democracia Deliberada no Debería Apoyar a AMLO

Antes que todo, confieso que me considero un liberal de izquierda y que, por la combinación de ciertos eventos (simpatizo con cierto segmento del "Calderonismo"; la izquierda partidista mexicana me parece poco moderna; entre otras cosas), terminé como adherente del Partido Acción Nacional.

Hace unos días, durante un periodo de hartazgo laboral, me encontré en el twitter con un movimiento--grupo profesionistas, académicos y activistas de la sociedad civil organizada, dicen ellos--de izquierda sumamente interesante: Democracia Deliberada. Simpatizo con sus 12 batallas--con unas más que con otras--y me parece que éstas deberían de ser parte central del debate de políticas públicas de nuestro país. Sin embargo, creo que es un error que el "grupo", como algunos de sus integrantes lo demuestran en el twitter, apoye el liderazgo de AMLO.

Apoyar al carismático político tabasqueño se traduce en derrotas en varias de sus 12 batallas. Aquí una tabla resumen:


Batalla
Derrota (propuesta de AMLO)
Gasto Público Progresivo
Aumentar los subsidios a los energéticos, los cuáles representan aproximadamente 200 mil millones de pesos (más o menos 3 veces el presupuesto del programa Oportunidades) y son mayoritariamente consumidos por los últimos deciles de ingreso (las personas de mayores ingresos). Esta derrota la considero como la más importante.
Buena Calidad en el Servicio a la Personas
Restablecer Luz y fuerza del Centro.
Concentración del poder
Antes de su derrota se opuso a la reforma política.
Despetrolizar la economía
Industria petrolera como palanca del desarrollo nacional.
Universalización de Derechos
Poner a consulta el matrimonio entre personas del mismo sexo y la despenalización del aborto.

Finalmente, debo también confesar que me he sentido muy tentado a asistir a las sesiones de este grupo, sin embargo, su decisión de afiliarse al PRD me ha disuadido. Creo entender la utilidad de su apuesta (tener un conducto institucional para impulsar la agenda, supongo), pero también veo el costo: "partidizar" la agenda significa ponerle marca al producto y, por tanto, representará un obstáculo para su impulso. Mucha suerte y mis mejores deseos a Democracia Deliberada.

Se atienden bufes en @manolovictoria

jueves, 5 de julio de 2012

El Mercado de los Votos

Recientemente en Twitter me he topado con diversos comentarios--"tuits"--sobre la compra de votos que me han parecido un tanto cuanto miopes. Si bien esta red social está limitada a argumentos de 140 caracteres, me da la impresión de que se está tratando el tema de forma exageradamente simplista. Sí, la compra de votos puede resumirse en una gráfica de oferta y demanda, sin embargo, detrás de cada una de estas curvas existen un sinfín de variables que merecen un vistazo. Argumentos como "detrás de cada voto comprado existe un ciudadano que deseaba venderlo" resumen, a mi parecer, injustamente el fenómeno.

Detrás de la curva de demanda, para un partido "i", existen variables como: precio del voto; nivel de corrupción del partido "i"; número de votos comprados por los partidos adversarios; probabilidad de que el vendedor, en efecto, vote por el partido"i"; ingreso disponible para campaña; probabilidad de ser sancionado; el tamaño y tipo de sanción; entre otras. Esta curva creo que no merece mucha explicación--no es más que el beneficio neto del voto comprado adicional para el partido "i". En todo caso, como en todo modelo de estática comparativa, la autoridad (FEPADE, IFE, TEPJF, etc.) debería disuadir esta actividad tratando de impactar en las variables--aumentando la probabilidad de ser sancionado, disminuyendo el ingreso disponible en campañas, etc.

La curva que me parece más relevante--y en donde existen argumentos no sólo económicos, sino también de ética--es la de oferta. Los votantes deciden intercambiar sus votos a cambio de dinero por muchas razones. Muchas variables hay detrás de esta decisión, sin embargo, una de ellas es de extrema relevancia: nivel de ingreso. En un país en donde--según el Coneval--el porcentaje de personas viviendo en condiciones de pobreza moderada y extrema es de 46.2 por ciento, ¿cómo alguien sensato podría exigirle a esta gran parte de la población que no tome el dinero por poner una cruz en un pedazo de papel? Al final del día gran parte--creo, no tengo datos--de la compra del voto es una transferencia inmoral, pero progresiva.

Estoy seguro que la mejor política contra de la compra del voto es el crecimiento económico con buena distribución del ingreso--la solución extremadamente complicada para todos los males. La autoridad puede regular campañas y castigar delincuentes electorales, pero, mientras siga existiendo niveles de ingreso tan patéticos en un segmento tan importante de la población, el mercado de los votos seguirá funcionando vigorosamente--la capacidad del Estado no da para aumentar tanto el precio del voto. No olvidemos que México todavía no es un país desarrollado. Ocupémonos primero de desarrollo económico y después le entramos de lleno a los temas de la posmodernidad. El voto razonado no es una fuente rica en proteínas y carbohidratos.

Se atienden bufes en @manolovictoria

lunes, 18 de junio de 2012

Bienvenida

Muy pronto empezaré a escribir reflexiones con alto contenido ideológico y con marginal contribución al debate público. Mis chistes irán mejorando con el tiempo.

¿Por qué decidí empezar a escribir un blog?

Porque tengo la necesidad de hablar y discutir hasta con mi computadora.

La primera entrada "seria" de este blog será el próximo lunes. Trataré de publicar semanalmente.

Por su atención, gracias.